La semana que viene se cumplen 20 años de la famosa reunión (del 11 al 13 de febrero de 2001, en un resort de esquí en Utah), en la que 17 desarrolladores firmaron y decidieron publicar el “Manifiesto para el Desarrollo Agil de Software”, que conocemos como Agile Manifesto.

Sería pretencioso glosar aquí lo que han significado estos 20 años. Cómo algo tan modesto en su origen se ha extendido por todo el planeta y está transformando no solo el propio desarrollo software, sino nuestras organizaciones al completo, de todos los tamaños y en todos los sectores de actividad. Por ese motivo, nos limitaremos hoy a recordar que el SER AGILE es mucho más importante que el HACER AGILE. Y qué mejor forma que recordando los 4 valores Agile:

  1. Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas.
  2. Software funcionando sobre documentación extensiva.
  3. Colaboración con el cliente sobre negociación contractual.
  4. Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan

Y los 12 principios:

  1. Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de software con valor.
  2. Aceptamos que los requisitos cambien, incluso en etapas tardías del desarrollo. Los procesos Ágiles aprovechan el cambio para proporcionar ventaja competitiva al cliente.
  3. Entregamos software funcional frecuentemente, entre dos semanas y dos meses, con preferencia al periodo de tiempo más corto posible.
  4. Los responsables de negocio y los desarrolladores trabajamos juntos de forma cotidiana durante todo el proyecto.
  5. Los proyectos se desarrollan en torno a individuos motivados. Hay que darles el entorno y el apoyo que necesitan, y confiarles la ejecución del trabajo.
  6. El método más eficiente y efectivo de comunicar información al equipo de desarrollo y entre sus miembros es la conversación cara a cara.
  7. El software funcionando es la medida principal de progreso.
  8. Los procesos Ágiles promueven el desarrollo sostenible. Los promotores, desarrolladores y usuarios debemos ser capaces de mantener un ritmo constante de forma indefinida.
  9. La atención continua a la excelencia técnica y al buen diseño mejora la Agilidad.
  10. La simplicidad, o el arte de maximizar la cantidad de trabajo no realizado, es esencial.
  11. Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos auto-organizados.
  12. A intervalos regulares el equipo reflexiona sobre cómo ser más efectivo para a continuación ajustar y perfeccionar su comportamiento en consecuencia.

Como comentaba uno de los autores, Jim Highsmith, al relatar la historia del Manifesto, el objetivo para los autores fue dejar de afirmar que “las personas son el principal activo”, sino actuar haciendo que las personas sean lo más importante, y olvidarse de la palabra “activo”.

Feliz cumpleaños, Agile Manifesto. Que cumplas muchos más.

 

Imagen: Ami Suhzu en pexels.com.