El 1º desayuno de trabajo de la BAC contó con dos expertos en innovación: Nacho Torre, secretario técnico del CEO de Ibercaja y jefe de Innovación y Experiencia del Cliente, y Carlos Guardiola, Chief Innovation Officer de Sngular, empresa organizadora del evento.
La reunión, a la que asistieron en exclusiva las empresas asociadas a BAC como Telefónica, Repsol, Santander, Gamesa, HP, Quint y representantes de la Asociación Española para la Calidad (AEC), sirvió para compartir experiencias de uso de la metodología Design Thinking a la hora de conseguir agilidad empresarial en la adopción de nuevos modelos de transformación digital.
LA EXPERIENCIA DE IBERCAJA
En 2014, en el actual contexto de transformación digital, Ibercaja empezó a aplicar de modo formal la metodología Design Thinking para la resolución de retos complejos en los que existe un usuario (clientes, empleados o en general la sociedad) con una necesidad sin resolver o que está claramente mal resuelta.
Desde entonces, la entidad ha utilizado esta metodología, cuya fortaleza radica en generar soluciones innovadoras que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios, en proyectos muy diferentes, entre ellos de generación de un modelo de gestión de personas/empleados, despliegue eficaz y rentable de la propuesta de valor a los clientes, diseño y puesta en marcha de nuevos productos y servicios digitales, planes de acción de mejora de la reputación o creación de herramientas de productividad del empleado.
De su experiencia, este experto extrae una serie de conclusiones e ideas, a modo de recomendaciones para empresas que quieren profundizar en Design Thinking. Para favorecer que la innovación fluya, las organizaciones tienen que crear equipos multidisciplinares, formados por personas empáticas, y capaces de entender y profundizar en las necesidades del cliente del reto, para así crear un entorno que genere innovación.
Son proyectos –explicó– en los que, antes de llegar a una solución, hay que profundizar en el reto y “gestionar bien las certezas y la incertidumbre”, y en los que los facilitadores no deben influir en las sesiones ni en los entregables.
La entrega, o el momento del traspaso del equipo creativo al implantador, no está tampoco exento de desafíos, por lo que recomienda que personas de implantación se incorporen en algún momento al equipo creativo y también el acompañamiento en la implementación por parte de miembros del equipo de creatividad que apoyen en el caso de que haya que rehacer fases del proyecto.
En las iniciativas llevadas a cabo con esta metodología el valor no está en la teoría, sino en la práctica y la experiencia, porque “la principal vía de aprendizaje es probar, probar y volver a probar”, aseguró.
Para aquellas compañías que se preguntan por dónde empezar, Nacho Torre sostuvo que es clave contar con el respaldo del CEO y de los trabajadores de base, para así conseguir la incorporación también de los mandos intermedios, generalmente los más reticentes a implicarse en este tipo de proyectos.
Dado el éxito alcanzado con esta experiencia, Ibercaja quiere adoptar un modelo de innovación sostenible, generar la capacidad de convertir el pensamiento de diseño en una realidad en su cultura corporativa.
LA EXPERIENCIA DE SNGULAR
El equipo de innovación de Sngular utiliza desde el año 2013 Design Thinking para crear propuestas de valor que den respuesta a los retos de transformación digital de sus clientes.
La firma tecnológica, muy enfocada en proyectos de innovación y de transformación digital, ha aplicado esta metodología para resolver problemas en empresas de diferentes sectores y en escenarios muy diversos como, por ejemplo, retos relacionados con el engagement de fans del fútbol americano, con el aumento de adherencia de pacientes crónicos, la digitalización de servicios funerarios o el diseño y lanzamiento de productos de bioingeniería.
Carlos Guardiola estableció una analogía entre Design Thinking y los episodios del Dr. House. “Al igual que el diagnóstico diferencial del Dr. House, el pensamiento de diseño es un proceso iterativo de resolución de problemas”, explicó.
Siguiendo este paralelismo, el experto de Sngular explicó que de la misma forma que los doctores esta popular serie estadounidense no curan síntomas, sino enfermedades, y que cada uno tiene su especialidad, “con Design Thinking queremos resolver necesidades, no aliviar frustraciones, y para ello hay que profundizar en el problema y trabajar con equipos multidisciplinares e interdepartamentales”.
Design Thinking se traduce como Pensamiento de Diseño, y por eso según Guardiola es fundamental aprender a Pensar: es clave reconocer las suposiciones, evaluar los argumentos y dibujar las conclusiones. Y, en este sentido, se debe entender el fondo de la cuestión, el problema y tener en cuenta lo que dicen los hechos, la información accesoria y otros aspectos como la solidez de las evidencias o las carencias para llegar a determinar qué es lo que falta.
No sólo eso, sino que a la hora de hacer una valoración de la situación y los argumentos, “es preciso estimar los pros y los contras; tu sesgo; las ideas de los demás y los de tu jefe; el impacto de tu decisión en los demás y en ti mismo; los costes; los posibles opositores y un largo etcétera”, señaló.
En lo que respecta al último punto -dibujar las conclusiones-, habrá que decidir cuál es la mejor solución con las evidencias sobre las que se sustenta, teniendo en cuenta el impacto de las nuevas evidencias, los tiempos para tomar una decisión, los riesgos que se derivan de ésta y las nuevas oportunidades que se generan.
Y, en este sentido, para conseguir que el proyecto llegue a buen término, un equipo que quiera promover la innovación en las empresas aplicando esta metodología debe estar formado con personas que tengan las capacidades de interpretar, analizar, evaluar, inferir, explicar, tomar conciencia de cómo es su proceso de pensamiento y comunicarse, necesarias en las fases de un proceso de Design Thinking: Inspiración, Ideación e Implementación.
El experto de Sngular concluyó diciendo que “nadie acierta a la primera y nadie acierta siempre”. Por eso, en este tipo de iniciativas es importante tener “tolerancia al fracaso”.
Ambos expertos coincidieron en que estamos ante un escenario de cambio, con retos y oportunidades, en el que sobrevivirán las empresas con capacidad de adaptación al nuevo entorno, donde “saber colaborar es una fuente de ventaja competitiva”, subrayó Nacho Torre.