Si os menciono el nombre de Marc Andreesen, seguramente muchos no sabréis siquiera de quien os estoy hablando. Pero otros cuantos le recordaréis por ser el creador del navegador Mosaic y fundador de Netscape, con lo cual habréis deducido que os enfrentáis a una historia del estilo de las de Sofia Petrillo, que comenzaba diciendo “Sicilia, 1920…”

Andreesen hizo fortuna con la venta de Netscape y se dedicó a sus inversiones. Pero, probablemente, la razón por la que obtendrá mayor reconocimiento a largo plazo no será por ninguna de sus actividades técnicas o financieras, sino por un post que publicó el 25 de junio de 2007 titulado “The only thing that matters” (“Lo único que importa”). Como ha sucedido en otras ocasiones, este artículo no causó una gran impresión en su momento, pero el paso del tiempo comenzó a atribuirle mayor relevancia.

La razón es que despertó el interés en la adecuación al mercado para el desarrollo de un nuevo producto. Es decir, lo que en español hemos llamado comúnmente el “nicho de mercado”. Un aspecto curioso de la propuesta de Andreesen es que el propio autor se basó en el trabajo anterior de Andy Rachleff, a quien Andreesen conocía personalmente. De esta manera tenemos trazabilidad del origen de la idea, así como de su desarrollo, para el que tendremos que esperar al próximo artículo.

La “ley de Rachleff para el éxito de una startup” dice que el asesino nº 1 de empresas es la falta de mercado. Dicha ley se desarrolla en 3 principios:

  • Cuando un gran equipo se encuentra con un mercado defectuoso, el mercado gana.
  • Cuando un equipo defectuoso se encuentra con un gran mercado, el mercado gana.
  • Cuando un gran equipo se encuentra con un gran mercado, suceden cosas especiales.

Andreesen desarrolla esta ley en 2 corolarios muy simples. Pero que sean simples no significa que su aplicación haya sido generalizada:

  1. En un mercado con un gran número de clientes potenciales, es el propio mercado quien “tira” de los nuevos productos. Y pone como ejemplo los buscadores, las subastas por Internet o los routers TCP/IP. Con independencia de si las primeras versiones tuvieron defectos, que el producto funcionará.
  2. Por contra, en un mercado desfavorable, fracasarás. Aunque tengas el mejor producto creado por un equipo formidable. Pone ejemplos que hoy nos resulta llamativo ver como fracasos, como la videoconferencia. Pero ¿cuantos años y productos han tenido que pasar para que este tipo de productos sean un éxito?

Y después de una digresión intelectual sobre los equipos humanos, es el propio Andreesen quien nos devuelve al Corolario de Rachleff: “Lo único que importa es encontrar el nicho de mercado”.

Como habrás visto hasta ahora, en ningún momento Andreesen habla de Agilidad Empresarial. Y sin embargo, la Agilidad Empresarial empapa todos y cada uno de los argumentos, suponiendo un ejemplo más de como el mundo de la Agilidad se compone de muchas facetas. Y cada organización debe ser capaz de elegir cuales de ellas le convienen para cada una de sus actividades. Y en elegirlas bien, y en aplicarlas sabiamente estará el camino del éxito.

En una nota al pie, el autor reconoce haber abierto más interrogantes que los que es capaz de responder. Y fue precisamente esta afirmación la que provocó a algunos de sus lectores a tratar de encontrar vías para sistematizar la adecuación de productos al nicho de mercado, que será lo que tataremos en nuestro próximo artículo.

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